Historia del ARTE NAIF

El concepto de arte Naif se deriva del significado del vocablo francés naíf o naïve: sencillez o ingenuidad; esto, empleado en el arte, se traduce en una falta de aplicación de los conocimientos técnicos y teóricos estrictos, por ello se lo ha relacionado también con el arte primitivo o infantil: por la “ingenuidad” con que los pintores evocan recuerdos de su infancia, por la ausencia de convencianalismos, la independencia frente a estilos, escuelas y vanguardias, la creación intuitiva de forma despreocupada, ademas de a incorporación de elementos mágicos y oníricos.

Naif a finales del siglo XIX en Francia gracias a un grupo de artistas al que denominaron naifs o aficionados por el hecho de no dedicarse a la pintura como actividad principal, sino al margen de sus respectivas ocupaciones profesionales. No tuvieron formación académica, fueron creadores autodidactas.

Las principales características del Naif son los contornos definidos con mucha precisión, la falta de perspectiva, sensación volumétrica conseguida por medio de colores y la pintura detallista y minuciosa.

Su principal representante fue Henri Rousseau (1844-1910, Francia), quien fue promocionado principalmente por pintores como Gauguin, Matisse, Picasso y Braque, que difundieron su obra.
Otros exponentes importantes fueron Edward Hicks o Grandma Moses en los Estados Unidos y Alfred Wallis en Inglaterra.
Hay quienes consideran que artistas como Pablo Picasso o Frida Kahlo encajan como pintores Naif.

Picasso decía: “pintar como los pintores del Renacimiento me llevó unos años, pero pintar como un niño me llevó toda una vida”.